Ayer vi en la playa varias personas
que se besaban con lirismo;
y vi un par de palomas,
que curiosamente hacían lo mismo.
Imagen que enmudeció mi corazón
como brisa marina de amor lo impregnó,
estimulando en mí una serena reflexión
la cual es motivo hoy de mi inspiración.
Las dos palomas enamoradas,
por cosas que no me explico,
hicieron de la playa su morada…
el lugar ideal para unir sus picos.
En un mar de miradas distraídas,
ellas libres su amor osaron expresarse,
y entre encantadoras caricias atrevidas
yo con embeleso las observé besarse.
Yo no sé si tú encontrarás
un mensaje más perfecto
de ese universal símbolo de paz
proyectado al mundo en un beso.
Deberíamos tomar como ejemplo
la conducta de algunos animales:
que demostrando su amor y respeto
los hace ser tan especiales..