*Patriarca*
Se llama Don Celedonio el gitano de buen ver
con carro de cascabeles, entre la jara y el ser,
arrugas de cobre grana, la tez surcada de añil
la garganta del gallito y el fandango de marfil.
*Respetado*
Es el defensor de ellos, con las leyes de su ley
con camisetas de fibras y los calzones de piel,
entre juncias y el rosal suena la voz cavernosa
del suspiro del gitano, con seguiriyas de boca.
*Bienquisto*
Don Celedonio suspira, acallando a las cigarras
de fuego rojas cenizas calentando una pitanza,
el gracejo con tronío y el jaspe de yerbabuena
el cante jondo cantado, alientos de Macarena.
*Apreciado*
Hay gitanos con tronío, Don Celedonio lo sabe
la raza de cante bueno sólo a un gitano le sale,
peinetas de gran tronío, abanicos de la aurora
revoleras de guitarras soñando con gente pura.
*Calificado*
Resoplo de petenera, es cante del alma blanca
cantando sale del carro que anhela el patriarca,
sin el sentir una pena, como el rosal sin espina
es el sabor de esta gente que tiñe la noche fría.
*Preparado*
Otro gitano se arranca con tientos de su saber
las manos tableteando entre los cantes cales,
la luna al sentir el cante alumbra la tierra de luz
con las brasas avivando las formas de su salud.
*Optimista*
Celedonio ve alegría aunque no coma después
es la ley de los gitanos que cantan al no comer,
las greñas de oro negro sólo quieren su cantar
con cobres de verde luna con la boca sin tragar.
*Satisfecho
Con seguiriyas del arte sonando campo a través
Celedonio y su guitarra tienen bronceada la piel,
cantaores de lo bueno, con artes del menester
gritan jolgorios al soplo y a la sombra del placer.
*Orgulloso*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
30 septiembre 2011