Una tarde de abril
Dijo un poeta con mucha convicción
El derecho ¿para qué?
Si existe la razón
Cerca estaba un abogado
Y contesto muy indignado
El derecho es el patrón
Y yo su fiel empleado
El poeta lo miro
Y le dijo ¿y la justicia?
Pues se vende en los juzgados
Y depende del artista
El poeta sonrió
Y como un buen pensador
Miro al abogado
Y le dijo con pasión
El problema del derecho
Mi estimado alienado
Es la triste ubicación
Que el sistema le ha dado
¿La triste ubicación?
Que absurda conclusión
En lo alto esta el derecho
Y protege la nación
El poeta agotado
Le contesto al abogado
Que el derecho está ubicado
En el lugar menos pensado
Hacia arriba y a la derecha
El derecho es más estrecho
Pues para el rico es un hecho
Que la ley no es un desecho
Al contrario es capital
Y se vende en el mercado
Plusvalía del trabajo
Que no es remunerado
y el pobre asalariado
es el que no tiene voz
o sea, tu, el, ella, yo
el del martillo y la oz
y el malo del asunto
termina siendo el poeta
por preguntarse si el derecho
funciona bien en el planeta
El abogado muy callado
Se levanta y se va
Con izquierdistas no se habla
Le enseño su papá
Pero el poeta le advierte
Que no se trata de posturas
Pues el traje no se mide
Por el tipo de costura
Finalmente el poeta
Dijo con mucha convicción
El derecho ¿para qué?
Si no se tiene corazón