sorsonete, oceánico.
En oscura y velada marejada de invierno
las olas se desplazan bañando nuestras almas
con solitaria estrella vidente y pensativa,
es pensamiento tierno
de plenilunio y más.
Siento la amanecida, la mente reflexiva
que recuerda aquel viaje que se llevo mi aurora,
¿Cómo no recordarla con mis tiernos suspiros?
Como ola transitiva
Belleza embriagadora.
El lúcido océano presume sus zafiros
que despierta temprano
columpiando a los huiros
Un día se fue mi amor, yo subsisto vibrante
¡Sí, ella està rediviva!
“Aun guardo ese guante”
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
“Hombre de Maíz, Guatemala C.A.
Huiros: Tallos de maíz.