El día se me ha puesto feo
desde su propio comienzo
mi jefe hoy me dejo sin empleo
sólo porque dije lo que pienso.
Cuando iba rumbo a mi hogar
a darle a mi esposa la mala nueva
me robaron unos pillos…¡Que pesar!
y encañonado me quitaron la cartera.
Llegué a mi casa como si nada
creyendo que eso me haría bien
y encontré a mi esposa en la cama
ejerciendo funciones de mujer infiel.
Me fui en silencio sin decir nada
a pasar mis penas en un bar
pues tenía la mente tan nublada
que la rabia no podía soportar.
Me senté en una mesa frente al licor
contemplando la bebida espumosa
y llegó un pendenciero guapetón
y de un solo trago se tomó mi copa.
Hoy no es mi día, todo me va mal
eso tengo que reconocerlo…
si hasta me quise envenenar
y ese guapetón se tomo mi veneno.