Al contemplar tu belleza
irradia brillantes de esperanza,
haces que nazca en el alma,
y reine tu eterna nobleza.
Tu cuerpo, templo de amor
esculpido con mi cariño,
y con el brillo del sol
que bendice tu sagrado destino.
Tu pelo retozan con la la brisa
que me traen tiernos mensajes,
en tu boca la deliciosa risa,
llena de amor e inocencia
Disfruto de tu graciosa presencia
y de tu olor puedo aspirar,
al envolverme en tu fragancia
y tu figura poder admirar.
Por: Manuel Palacios