Amor en el paraíso
Con su vestido de gala
Eva se ha presentado
en el jardín del colmado,
del refectorio ante sala,
elegante en todo grado.
Con su traje vaporoso
Adán después ha llegado;
los dos se han presentado
en un acto esplendoroso
de abrazo acaramelado.
Con los besos de rigor
el saludo se ha mostrado;
Eva algo ha notado
por ese tibio calor
que Adán le ha trasladado.
.
¡Qué bello es el paraíso!
¡Qué frondoso el arbolado!
Qué dulce estar a tu lado
sintiendo tu compromiso
-Adán le ha comentado.
Muestra del jardín ideal,
lindas flores contemplando,
Adán se quedó mirando,
el árbol del bien y del mal,
porque algo le está tentando.
Eva, con esa ternura
de noble mujer y dama,
con ademán que engalana
discreción y donosura,
le ha mostrado la manzana.
¡Qué espléndida la mañana!
El sol brillaba en la altura
y con toda la dulzura
han probado la manzana
con regocijo y frescura.
***
De aquellos padres la ciencia
todos lo hemos heredado.
Con recato, con cuidado,
yo pido vuestra clemencia,
poetisas del condado.
Poemas de Camilo