Dulce música celestial
mis oídos deleitaran,
el anuncio de una vida
lagrimas han hecho brotar.
El tiempo se hará eterno
hasta tomarlo en los brazos,
el contemplar sus ojitos
será mi niño un milagro.
Los brazos serán requiebros
para mecer y acunarlo,
con mis cantos melodiosos
lo dormiré en mi regazo.
Nanas que yo guardaba
cuentos imaginé olvidados,
regresaran en tropel
esperando el gran milagro.