Tengo la peluca de Dios en mi bolsillo,
se la quité mientras dormía a pierna alzada,
de eso ya mucho tiempo, y desde ahí que no trabaja
pues tubo miedo que se burlaran
¡Me moriria si los ángeles se enteraran!
Le oí decir mientras chateaba con un primo de Alemania:
Ya no hacen pelucas como esa, admitió con nostalgia.
¡Oh! Y ahora quién podra ayudarlo?
Un chapulín que colgo su chipote,
o la alegría que dijo que vendría y nunca lo hizo,
y nos dejo con los crespos hechos.
O talvez pongo un aviso en el periódico:
Aquel que encuenbtre peluca usada ruego dar cuenta a la policía,
o escribir al e-mail: [email protected]
Hoy citare a Dios en el MSN,
de una u otra llegaremos a un acuerdo,
o un trueque talvez
Pero que le pedire?
buena vida, cantar, o ya no sufrir y dejar de llorar,
no lo se,
solo me queda pensar,
solo pensar...