Reemplaza mi soledad y tristeza
con tu fuerza y alegría,
haz que mi tiempo
avance en la inmensidad de tu amor.
Deja que tus manos cubiertas de ternura
arranquen de mis ojos
las pesadas lágrimas,
arrójalas al viento
para que se rompan
y cese el cansancio.
Despiértame con el calor de tu cuerpo,
deja en mi el aroma dulce
de tu piel canela desnuda,
riega mi piel reseca
con tus enardecidas caricias
y suavemente
estimula cada uno de mis poros,
para que en ellos florezcan rosas
en cuyos pétalos tersos y húmedos,
podamos frenar en la alborada
nuestros impacientes apetitos.
Deja que tu luz
ilumine mis terrenos
y aparte las sombras
que ha dejado el olvido.
Con la fuerza de tus labios,
ruboriza mi rostro pálido y estremecido,
con la música emotiva de tu cuerpo
cuentame como será el amor
en los tiempos venideros,
sumérgeme en ensoñaciones misteriosas.
Sin ti mi vida era plana,
el tiempo pasaba con mordaz lentitud,
zozobraba perdida,
en un pantano de desconfianza y temor,
ahora que somos cómplices compañeros de viaje
todo pasa vertiginosamente.
POR: ANA MARIA DELGADO P.