Belkis López

Me Siento Sola

Un minuto para mí son sesenta maneras de

pensar en ti, no sólo son sesenta segundos

en los que respiro sin ti. Vivo encerrada en la

esfera de una lágrima, se empaña mí

mirada al pensar en lo que me deparará el

mañana, sin ti.

La lluvia, a la que supera mi

llanto, la felicidad es una quimera y descifrarla

me cuesta tanto si no es a tu lado. Las penas me

preparan mi aposento en donde no existe el aire

ni los árboles son azotados por el viento.

 

 

Busco y no te encuentro, perdí el mapa que

había en mi corazón, no sé

cuáles son tus coordenadas, por eso hoy te invento.

Es un tormento el llevarte dentro y no tenerte

 condenada a quererte en tu ausencia hasta

el día de mi muerte.

Mis sentimientos no tienen precio, el desengaño

me hizo ser una necia.

Entre tú y yo se levantó un

muro del silencio, hoy somos dos desconocidos con

un pálpito que late en el olvido.

Sonrío, a pesar de ser una gota de lluvia

que se perdió en un río.

 

Salto al vacío, no puedes ver mi reflejo,

ya que soy un roto espejo.

Los años no pasan por

el dolor me hace más vieja.

Tu imagen desgarró mi pecho el día en

que te fuiste lejos. Momentos mágicos se

escaparon del tic-tac de este reloj.

 

Sueño con una despedida, ya que te marchaste sin decir

adiós; sin decirme “amor vuelvo pronto

 ten paciencia sigo queriéndote a pesar de que

nos separa mi tonto error” Tus caricias son las

sustancias que le faltan a este cuerpo.

Hoy se desata mi tristeza con las notas de este piano en

el que me envuelvo y me hacen ser vulnerable

 mis cicatrices son días grises que en mí

se vuelven palpables.

 

Se apagó el fuego de esta mirada sin

dejar cenizas. El amor siempre se va y cuando

entra no te avisa. Intento andar sobre estas

arenas movedizas, bajo el fondo de una noche donde

aprendí a amarte sin prisa. 

 

 Perdí el olor de tu risa, harta de andar fingiendo una sonrisa

harta de vagar sin verte pasar por mi portal

harta de soñar en ti y no poderte tocar.

Eres el antídoto de mi presente envenenado

 una ilusión, un espejismo que se me escapa de las manos.

 

Aún cerrando mis manos te evaporas

sin dejar señal, llevándote

mis horas y mi vida se parte al suspirar.

Todo será diferente mañana, otro rayo

de sol entrará por mi ventana y quizás

me levantaré sin ganas de pensar en una

esperanza que no vendrá, en una

ilusión que jamás se va a realizar.

 

 

Respiro en un tiempo, sin un antes ni un después

 siempre estarás en mi amor

 no importa donde estés.

Cae la lluvia y sólo quiero besar tus pasos.

 

 

Te tendré en mi corazón hasta que pueda

tenerte entre mis brazos.