alfonsopocho

CATALEPSIA

Fue el despertar de un dos de noviembre

en que mi cuerpo endurecido no fue el de siempre

mis musculos yacían sin obedecer a mi mente

que deseperada buscaba las palabras exactas

que diera la luz a mi cuerpo inerte.

 

Gritaba con fuerza, con todas mis ansias

pero solo escuchaba murmullos a la distancia

ecos sin motivos, desconocian mi alma

que sentía y respiraba desconectada de un mundo

lleno de angustia y desesperanza.

 

Pensé en un momento,acaso este es mi final,

de este forma partiré rumbo al más allá

estarán los angeles ocultós para llevarme

en mi caminar por ese tunel oscuro

de incertidumbre y cullpabilidad.

 

Mis dudas y temores de como deberé actuar

ante el tribunal divino del Padre Celestial

oré con todas mis fuerza sin poder gritar

Oh, Padre Bueno que no sea este mi partida

que ni adios les dije a quienes mas debía amar

juicios eternos marcados de pruebas e indiferencia

de como actué en el mundo, con mil máscaras

de egosísmo y dureza.

 

Un murmullo lejano ya puedo escuchar

a mi pequeño hijo que insiste en hablar

Papito ya es hora, debes ir a trabajar

con el alma casi ahogada en sentimiento

de amor y paz, le abrazo con fuerza

y doy gracias a Dios, por este nuevo

dia que no olvidaré jamás.