Cuando la oscuridad
Me asalta con sus lanzas
Y aprieta mi respirar
Hasta anochecer el aire
Por este caminar mío,
Que de tantos pasos
La piel se me eriza
Y me recorren los fríos.
…y me ahogo en los vómitos
De la desesperanza
Que hacen temblar mis horizontes
Hasta dejarlos inanimados.
Cuando al hablar con el universo
Para que preñe mis huellas
Hacia el vacio
Donde los lirios imperecederos…
¡Ay ¡¿Dónde la esencia?
A tan pobre vivir mío?
Ahí estas tu…
Tú, que apareces en medio
De la tormenta perfecta
Para despejar los cielos
Y llenarlos de gestos.
Tú, que eres cascada fresca
Con la que limpio
Mis lágrimas disecadas.
Tu, que eres la onda del mar,
Que descansa en mi alma
Para quedarse…
Y que te quedes quiero….
Contigo no hay desierto
Donde no crezcan amapolas,
Ni aguas estancadas
Que no oxigenen mi vivir.
Eres tú la razón de mi nacer
Y el vivir para morir.
No te digo te quiero
Porque mengua mi latir.
Sí, te digo TE AMO
Porque merece más
Tu percibir…
Andrés Fernández Ruíz