Beberé de tus labios, sediento,
como en copa de vino maduro,
de sabor afrutado y profundo,
bien curado en barrica de sueños.
Y mis labios harán que los tuyos
se entreabran, perdido el aliento,
buscarán respirar un momento
para luego soldarse muy juntos.
Frenesí de arcoíris en gotas
brillará con la luz del deseo,
vibrará despertando los dedos
en caricias que nunca se agotan.
Y mi lengua y la tuya, calladas,
romperán y hablarán su lenguaje,
adornando con bellos paisajes,
de pinturas rupestres las bocas.
Un clamor que nos llene de gritos
brotará con palabras muy claras
la canción que componen las almas,
al compás de unos fuerte suspiros.
Bésame y bébete mis deseos,
como yo apago sed en los tuyos.
Tómame y mírame… yo disfruto
al saber que en tus labios yo sueño.
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