No dejemos que pase el tiempo
Hay una casa interna y otra externa
La casa externa tiene puertas y ventanas
La casa interna {cuerpo} tiene puertas y ventanas
La casa externa tiene varias ventanas y puertas
La casa interna {cuerpo} tiene diez puertas
Nueve que abren hacia afuera
Que son los dos ojos, los dos orificios de la nariz, la boca
Dos aberturas de los oídos, y las dos aberturas inferiores
Todas estas puertas abren hacia afuera
Una sola puerta abre hacia adentro
Que está entre las dos cejas, que Jesús la llamo el ojo único
Y los Santos de la india la llamaron la décima puerta
Si estamos todo el día en nuestra casa externa
Mirando afuera por la puerta o las ventanas
Todo el trabajo y la responsabilidad que tenemos, en casa
Se quedan sin llevarse a acabo
Y nos lamentamos diciendo, hay, hoy no hemos hecho nada
Pero si estamos en la casa haciendo nuestros trabajos primero
Y luego vemos afuera, es más conveniente
Es lo mismo si estamos utilizando
Todas las puertas externas del cuerpo
Y no miramos la puerta interna
Ni sabemos nada de ella, absolutamente nada
Entonces como vamos a poder contemplar
Los reinos internos si no sabemos entrar
Tenemos que mirar con el ojo interno
Es un trabajo arduo, que se hace con la práctica
La práctica es una meditación del más alto nivel
Esa puerta no se puede llegar a transitar con el intelecto
Mucho menos con la astucia
Tampoco con la avaricia
Mucho menos con la ira
Tampoco con la lujuria
Mucho menos con el ego
Tampoco con el apego
Mucho menos con la codicia
Tampoco con ser millonario
Mucho menos con la fama
Tampoco con ser pobre
Mucho menos con la ignorancia
Esa puerta nos pertenece a todos
Y a medida que vamos practicando
Nos vamos desatando de todos los inconvenientes
Y solo así llegaremos a ser niños
Por algo dijeron el reino de DIOS es para los niños
Porque él niño de cuarenta días
no sabe de astucia
Ni de intelecto
No sabe de ira
Ni de lujuria
No sabe de apego
Ni de ego
No sabe de avaricia
Ni de codicia
No sabe de fama
Ni de millones
Es puro, en esa edad
Porque la mente esta inactiva
Pero como entrar ahí,? al aposento donde está la puerta
Tenemos que buscar alguien que entro
Que nos enseñe el camino a transitar
Ese alguien es un Maestro del más alto nivel
Que practico día y noche para buscar el reino de DIOS
Fue un trabajo muy arduo, esa es su misión
Él es el único que nos puede enseñar como entrar
Y transitar diariamente por el camino interno de valor
Solo así podemos decir que conocemos esa puerta
A la que tenemos que tocar, y luego entrar
Eso se hace en vida, no después
Pero somos testarudos, esperando los Santos del pasado
Ellos no pueden hacer nada
Si una persona requiere de una operación, cirugía
No vamos a ir a buscar o llamar a Hipócrates
Tenemos que buscar el más famoso de la época actual
Si tenemos un problema en el juzgado
No va a venir a defendernos un juez muerto
Tenemos que ir donde el juez de la actualidad
Si un hombre o una mujer se van a casar
No van a elegir una mujer o un hombre muerto
Solo si están vivos puede lograrce ese casamiento
Y así es el transitar tenemos que buscar
Un Maestro viviente que nos enseñe
A saber cómo practicar ese arduo trabajo
De entrar al interno, y practicar
Porque por nuestra propia cuenta es imposible
De lo contrario DIOS no hubiera mandado a los santos
A los profetas y hombres místicos
Hubiera sido diferente
Y cada quien lo hubiera logrado por si solo
Pero qué lejos estamos de la verdad
Es la mente astuta
Que nos hace siempre alejarnos
Del lugar que nos pertenecerá para siempre
Porque este mundo con todo lo bello
Es falso, ilusorio y temporal
Nuestra temporada aquí
Solo dará fruto con amor, en lo externo y en lo interno
Con mi aprecio y cariño Linda
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