Como un manto oscuro y tétrico
cae la noche en mis aposentos ,
siento el canto sombrío y patético
de los fuerte y aterradores vientos
Hoy pueblan en mi mente voces
del pasado marchito y perdido.
Miro el reloj son pasadas las doce
mi sueño espantado solo a huido.
Me quedo escuchando los sonidos
inteligibles del silencio noctambulo,
sin sentir mas que aullidos venidos
de lobos famélicos y sin sentidos.
Que vagan por los bosques borrascosos ,
de mis oníricas incursiones al frío seol .
Cuando llega la noche siento los acosos,
de criaturas intagibles que huyen del sol.