Rocío V-P.

BIPOLARIDAD (MONÓLOGO)


“¡Hola una vez más, vastos colores!... Me encuentro a su merced... esbocen la líneas de mi alma... salpiquen de chispa y descarga los motores de mis entrañas, de mis manañas... el verde de mi vida brilla en intermitente constancia... furtiva... fugaz... cautiva... amarillo, dorado, descansen a mi lado, déjenme en este estado anhelado de delirante dulzura alba... así... feliz... prisma critalino, desprende tus colores geniales, déjalos caer a caudales... matizame con tu frescura veraniega... no... no dejes que invada el desteñido otoño... invierno... ¡Oh! Siento que su viso desciende y resbala convirtiendo esta gama en tonos que desentonan la menos inmaculada escala insolente de mi alma... ¡Estos tintes!... penetran mis pensamientos tiznando mi mente, llevándome irremediablemente a mirar mi cuadro: lo pintaré, obtendré el recibo de remisión de todos los sentidos que no prestaron atención... si, mi pincel les enseñará a ver más allá del arco iris... a distinguir la distorsión del cristal... frescos apuntando a mis ojos de avivada dolencia, nublada conciencia... Adiós Dalí... el negro pozo pasa a formar parte de mí, menguando en la inmensidad, descomunal tonalidad... decolorado pudor, pesadilla y pesar... Llega, llega cordura... blanco lienzo que será la llave que abrirá realidades deseables, ansío deslucir la desesperación, no tolero el estado de gris fruición... nada lo suprimirá, sólo tú, cordura deseada... borra al final la aflicción, el desconsuelo, la desolación... Oh, desdén, desaliento e ira, ha llegado su hoja homicida, el brillo de su filo iluminará por fin mi vida... brillante balance... claridad...  serenidad... seas bienvenida”.

 

 

Copyright@2011 Rocío Vega-Ponce