Antes de amar
dejemos esto bien claro:
no seremos amantes, ni actores,
ni sabios.
Seremos dos aves
sumergidas en el mismo lago.
Hablaremos con certeza
de cosas inoportunas,
temblaremos de ternura
por las cosas cotidianas
y las dudas,
y el frío no será nunca suficiente.
Caminaremos juntos
sobre esta cuerda frágil,
y caeremos,
encontraremos el fondo del cielo
sonriendo, cantando,
intentando volar.
Amarnos será fácil,
simple, objetivo,
como el arte,
como el beso,
como el mar.
Carlos Alcaraz
3/10/11