La luna se esconde
entre hilos de plata
por eso hace alegre
cua, cua, cua, la pata.
La blanca paloma
lanzó su graznido
y observa a la luna
desde su alto nido.
La luna se baja
hasta el morichal
y la paraulata
comienza a trinar.
Alumbra la luna
el bello lugar
y los animales
salen a jugar.
La dulce chicharra
se pone a cantar
entonces los grillos
salen a bailar.
En ese riachuelo,
la luna se posa
atrayendo así
a las mariposas.
Así todos juntos
a la radiante luna
dan gracias a Dios
de inmensa fortuna
Autora: MSc. Ingrid Chourio de Martínez
Del poemario inédito “Brotes de Fantasía”