Mi ángel:
Al iniciar estas líneas quiero decirte que no sabía si estaba vivo o muerto antes de encontrarte y tampoco me importaba averiguarlo. Esperaba el final de mis días resignado a una muerte sin amor, mis días vanos sumergido en noches de alcohol me estaban consumiendo.
La noche que te conocí, mucho rato después en la soledad de mi habitación, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi corazón exploto de tanto latir, porque acababa de ver mi salvación. ¿Será el amor?, se me vino al pensamiento, ese sentimiento con el cual rara vez soñé, pero venía de la mano de la imposibilidad. ¿Por qué mi ángel? ¿Por qué no me esperaste? ¿Por qué tus ojos deben brillar por quien no te merece? ¿Por qué tu corazón debe latir engañado por quien no te ama, ni te amara como yo?
De pronto con cada palabra tuya me iba renovando y mis energías volvieron. Empecé a ver la luz de tus ojos y escuchar cada bella palabra de ánimo que me ofrecías. Mi corazón que era como una tierra sin agua, pronto empezó a florecer y creí que la felicidad era posible, pero esa felicidad es una rosa llena de espinas. Con tu llegada un nuevo hombre había nacido en mí, todo comenzó a tener sentido, estoy enamorado de un ángel, un ángel que nunca pensé encontrar y que le estoy muy agradecido al universo por habérmelo enviado.
Mis noches están pobladas de imágenes en dónde soy inmensamente feliz contigo, con tus besos, con tus abrazos, con tus caricias, con tus palabras al decirme que me amas. El amor que siento por ti es un regalo del cielo, y siempre vas a tener este amor tan fuerte y tan dispuesto a realizar cualquier imposible por ti. Eres lo mejor y lo más valioso de mi vida.
Te amo mi ángel, mi corazón se llena de felicidad cuando estás a mi lado y mi alma se regocija de una paz infinita que no puedo explicar. Te amo con todo mí ser y cada día este amor tan inmenso me ayuda a vencer todos los obstáculos y me motiva a seguir luchando por alcanzar el sueño de tenerte en mis brazos.