Te crees libre
y sonries por ello,
y dime...
¿lo eres?
Hermanos caídos,
compañeros en el exilio,
tan cerca...y tan lejos
de la familia.
Ideas que tan solo
son sueños,
amigos que traicionan,
perros que ladran
y te persiguen,
botellas agotadas en la acera,
transeuntes que alzan su mano
con mirada indiferente
ante la eternidad del tiempo.
Lágrimas de madres
sin hijos.
Puertas llenas de cerraduras.
Flores artificiales
en hogares artificiales
de familias artificiales.
Niños que no aprendieron
a sonreir en la escuela,
vendedores de cuerpos sin alma,
sólidos muros de piedra
que tan solo la esencia
podrá cruzar.
Hogares vacíos
con puertas selladas,
para que no se escape
el silencio,
para que no entre
la vida,
ventanas tapiadas
para que no entre la luz,
para que no entre la libertad.
Caminos de asfalto
que llevan a ciudades de asfalto,
llenas de artistas sin talento,
iluminados por la luz
de los semáforos
en una noche llena de luces,
pero plagada de oscuridad.