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BÉSAME suave y DULCEMENTE
BÉSAME suave y DULCEMENTE:
Bésame suave y dulcemente, como besabas ayer, sin prisa y con pausas mis labios, abrazándome fuerte muy fuerte, contra tu pecho, para escuchar lo más cerca posible los latidos de tu corazón, sintiendo ese aroma exquisito a rosas que tiene tu cuerpo...,
Bésame suave y dulcemente, para vivir el sueño despierto de cada noche parado a la ventana, mirando el cielo, cuando pienso, que solo el cielo es el límite menos fácil de alcanzar, para lograr besar una estrella fugaz que escapó de mis brazos una noche de Abril...,
Bésame suave y dulcemente, mirándome fijamente los ojos, sin tener que bajar la mirada, prestándome la debida atención, antes de poder hablar Tú y podré aseverarte que Yo creceré, creceré en verdad, dentro de tu duro, inhumano e inconmovible, corazón por siempre...,
Bésame suave y dulcemente, dejándote besar sinceramente, con besos muy míos tu esquiva boca, para mostrarte el camino del bien y del placer perdido en los espacios habidos de desamor, sin tiempo de amor dedicado, sublimemente, como solo ama profundamente un hombre a una hermosa mujer...,
Bésame suave y dulcemente, permitiéndome tomar tus manos entre las mías, sentidamente, mostrándome por satisfacción encontrada al primer roce, tu mejor sonrisa cautiva de bellas perlas blancas, fuera del fino estuche de seda roja de tus anhelados labios, para con permiso de su merced, acariciar ansioso con mis dedos, tu cabello de oro, suelto al viento...,
Bésame suave y dulcemente, que por mi parte, con este beso, te estoy pidiendo perdón, por un sentimiento querido que por silencio, agonizó en soledad, sin lograr aprender nunca sufriendo, que el amor era como una flor que moriría, sino recibía calor y atención...,
Bésame suave y dulcemente, para que si el adiós, se presenta como una disyuntiva entre los dos, no duela más de lo debido, cuando sin una respuesta, dada, esos labios tan deseados en el pasado se separen, sin avisar, como nuestras manos, entendiendo que ya no hay nada más que tratar, fingiendo, al ignorar todos aquellos motivos por detalles de amor que en el pasado nos unieron, como razón de existencia, hoy esas glorias están hechas cenizas y nos separan tristemente, por causa del olvido de lo vivido y sentido durante tantos años en la piel, ya nada se puede salvar y no hay otra salida, todo, todo lo nuestro, desgraciadamente, terminó.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 05102011 07:30 PM.