Un beso no es juntar dos bocas solamente, es sentir dos almas que quieren ser una sola, es sentir dos corazones que laten al unísono y no por separado, es tener los ojos opacos si no se reflejan en el brillo de los otros. Un beso es sentir las manos frías sin el contacto de las que le dan calor, es sentir el cuerpo árido sin la savia vital que le transmite el otro. Es sentir el horrible silencio si no se escucha la voz que le produce alegría, es sentirse marchito si no se recibe la dulzura del contacto de los labios que se ansían. Un beso sólo es un beso, cuando se da y se recibe de la persona a quien hemos escogido, para amarla por siempre; sin dejarse distraer por los avatares de la vida. Un beso sólo es un beso si se da con todos los sentidos y con todo nuestro ser guiado por el amor.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA.