Rozaron por un instante, nuestros sueños.
La maravilla que es el universo.
En esa indiscreción… que da nuestro tiempo.
Con la sutileza de tus besos.
Haciendo callar a la razón, con mi mirada clavada en tu pecho.
Explicación genuina… del saber de mi alegría.
En esa ilusión que día a día me acompaña.
al momento mismo… de posar tu cuerpo
En la sábana blanca.
Viene a mi memoria el recuerdo.
De cuando empecé a vivir este sueño.
Que me lleva a ese mundo perfecto… que da el amor.
Sin fantasías.
Viviendo el presente, que no es algo que se ve.
Si no aquello que se siente y se percibe.
Como la tersura del pétalo de la rosa
Así es tu cuerpo, cubierto por las delicadas sabanas
Sin precisar si es día o noche en nuestro momento
Conservando en el baúl del recuerdo este instante
Que no es de princesas ni hadas
Es una vida real y perfecta
Mis principios y tu inocencia.