Armando Sosa Bocanegra

Hablando con Dios

Esta noche hablé con Dios,
le dije lo que había pasado entre nosotros dos,
que después de haber tenido
un amor que no iría al olvido
de pronto todo se acabó.
 
Pues cometí el delito de inventarme una estrella
para cada noche ir a ella
mientras sueños llegábamos a inventar
 
pues ella me dijo que toda la vida me iba a amar
sin importar lo que pasara.
 
Hizo que alucinara,
pues me cree un cariño
como se le da apenas a un niño
o al más sacro corpiño.
 
No tomó en cuenta que ese amor loco
me lo sembré en el alma
sólo para quererla a ella.
 
Y ahora muero,
pues perdí mi estrella, perdí mi aurora,
perdí el lucero que me iluminaba a toda hora
y muero en medio de estas tinieblas
de aquella nítida ilusión de quererla solo a ella.
 
Dios extrañado de lo que le contaba
me respondió con una muy tierna mirada;
Ella no supo valorar tu cariño
pues solo eran unos niños
que se inventaron una rosa
y codiciaron un beso
para estar uno del otro preso,
cerraron los ojos a todo lo que ocurría
pues su único mundo era la alegría.
 
Fíjate en los anhelos que hiciste realidad
y todo este tiempo en que lograste alcanzar la felicidad,
eres dichoso por haber tenido una mujer así
que siempre estuvo a un lado de ti
y te amó como tú a ella