Me encontré perdida a oscuras
buscando, ciega en las llanuras,
buscando una razón para esta vida dura.
Entonces me tendiste la mano y no pude verla
pero en ese momento oí tu voz, y quise levantarme
me llamaste con tu voz celestial
levanté la mirada y pude verte brillar,
quise verte más, pero tan lejos estás...
Y entonces comense a gritar:
Óyeme! solo pido una oportunidad,
Yo no puedo volar,
y aunque sea tan solo una mortal más
se que a tu amor puedo aspirar.
Óyeme! criatura angelical.
Tú que en el paraíso estás,
y que tanta tranquilidad a mi alma das
contigo quiero estar y vivir la inmensa eternidad.
Ví tu risa radiante
y junto al viento vasilante,
bajaste; y junto a mi te posaste,
me siento cohibida,
tan pequeña a tu lado, de belleza tan grande.
Sentí tus manos y me levantaste,
me diste un beso y junto a ti me llevaste.
Ahora juntos defenderemos nuestro amor desafiante,
amor que nacié entre una simple mortal y un ángel.