Tengo el corazon lleno
de vino, lleno tristeza
lleno de soledad, lleno
de ese adios que dejaste
tengo los brazos llenos
de esperanzas, de esperanzas
tontas e ingenuas de que tu
alguna vez regreses
tengo el amor que te profezaba
en girones que revolotean
en dagas frias esperando
morir, morir, morir en un
abismo sin esperanza