Zapatitos apretados
que me maltratan los dedos
habrá que regalarlos
porque usarlos no puedo.
Me han crecido los pies
y los zapatos no aguanto
es tanta la estrechez
que necesito reemplazo.
Zapatos de infancia
hechos con tanta ternura,
aunque a veces maltratan:
¡Por lo poco que nos duran!
Alejandro J. Díaz Valero