Antitico de las seis me desperté
con una lagrima en mi rostro
y una tristeza que arrostro
pero que ganarle no podre.
En tenerte junto a mí pienso
para decirte tantas cosas
pedirte que seas mi esposa
en medio de algún silencio.
El hombre más feliz seria
si tú aceptaras ser mi esposa
si te fijaras solo en mí.
Toda mi vida, yo, te daría
a ti, que eres la más hermosa;
si me dieras, hoy, un sí.
AUTOR: Jareth Cruz