Curioso acto es la poesía
y el silencio que a veces suelo en ella percibir
he aquí cuando escribo, no se
donde comienzan o terminan las palabras
para aquella mujer que solo quise querer.
Pero, el tiempo ha tomado forma de arcilla
que ha batido muy fuerte todo lo que sentía
y ha hecho que los días de mi vida
se entreguen a una soledad
que me es infinita
como a las estrellas que en el cielo habitan.
Ha sido tanto el tiempo
que ya no se
quien decora mis palabras,
ni a quien pertenece esta silueta blanca
que baja por mi frente
como una remembranza.
Así, pues
quiero testimoniar
que cuando su recuerdo se desvanezca
ninguna otra mujer decorara mis poemas
pues solo es ella
a quien yo puedo querer.