Hemos colgado en el silencio las caricias.
Donde solo nuestras miradas
alcanzan a encontrarse
y un quizás corre por nuestras cuerpos
el sentimiento se viste de esperanza
para morir en la soledad de cada noche
y volver aun mas clandestino el roce de tu boca.
Por que la mirada no me alcanza para tenerte
y aun en mis brazos te me vas
como el viento que no puedo contener
solo para aparentar que todo sigue igual
mientras una lagrima se escapa de tus ojos
y esta pasión se nos viste de clandestina.
Ya no me quedan sueños
para creer que en ellos eres mías
y el miedo te llena los rincones del corazón.
Somos presos de nuestra propia libertad,
encerrados en un aparentar frente a los demás
sin comprender cual destino
conspiro en contra de nuestros corazones
como un pacto entre Dios y la soledad
solo para volver mas clandestina esta realidad.
Si eres el mar que puede contener
el río desbordado de mi amor
por que no puedo correr libremente hacia ti
o fundir mis pasos a tu camino
para materializarnos no en un ayer
sino en el sentimiento tangible de nuestra existencia.