Escribir, escribir, escribir!
la musa llegó con creces,
me inundó la cabeza
descuajó mis dobleces,
se hizo un torbellino
y llegó en estampida
de sentimientos y emociones
rebalsándome sin medida.
Llegó tarde y cargada
de tantas cosas en el camino
que confunden mis pobres versos
que ya no tienen ningún sentido.
Llegó muerta de amor
y con furia de poeta,
que te parte la boca de un beso
o te asesina con sus letras.
Trajo broncas y alegrías,
mil angustias y esperanza,
que te adorna la poesía,
o te desholla la panza.
Vino loca y violenta,
vino mansa y cansada,
con matices de menta
y dulzura amargada.
Maremoto efervecente,
no quiero esta inspiración!
me satura la mente,
me desboca el corazón.
Me confunde las ganas
y me enreda la lapicera
musa extraña ya vete!
muchos otros te esperan!
Pero antes que te vayas
devolveme la tranquilidad
y la llave donde guardas
mi querida libertad.