¿Acaso se extravió
cuando tu mirada fue más taciturna
y se fue escurriendo más allá de la soledad?
¿Fue cuando se sintieron que los besos
se convirtieron en objetos sin sentido
y la actitud sólo fue un dejo de vanidad?
Bella dama, dama del silencio sin clamor,
¿Cómo fue que se escapó el amor?
¿Fue acaso cuando tus palabras fueron al vacio
sin ser rescatadas por minúsculo amorío
y de rodillas y ya cansadas, maltrechas y dañadas
se fueron escuchando sin aliento,
como sonidos cascados sin rumbo
dando tumbos por paredes cuarteadas?
¿Cómo te diste cuenta preciosa dama?
¿Quizá fue cuando las lágrimas
dejaron de rozar tus hermosas mejillas,
o cuando la palidez se sembró en tu rostro?
¿O acaso fue tu desgastada imagen,
insatisfecha con el ambiente gris,
la que te dejó sin aliento,
con suspenso y ciertas dudas
y con profundo dolor,
dolor quizá de arrepentimiento?
¿Fue el espejo arrebatado,
ciego, sordo, necio, mudo,
ocultador de realidades,
el que en un día turbio,
melancólico, confuso, oscuro
y sin sentido te preguntó:
¿Cuándo se perdió el amor?