Voy pasando páginas a la derecha del libro de mi vida;
La verdad es que recurro al pasado cuando estoy herida.
Busco algún recuerdo que me brinde alivio,
Pues ya me está cansando tanto diluvio.
Busco algo que me ayude a seguir escribiendo,
Porque me siento sin futuro, en estos versos voy añadiendo.
Llegué al capítulo donde en mi vida tú te encontrabas,
Y en ese instante, a mis pensamientos les dí alas.
Con ayuda de mis letras, volaron hasta ese tiempo,
Donde en mi corazón, una huella tu mirada estampó.
Reflexionando, veía todo como una película.
Parecía que estaba en la exposición de mis memorias,
Y cada memoria era un museo distinto.
El tuyo me daba la esperanza de que cesará el sufrimiento.
Tengo colgado en el muro de mi sensatez
Los retratos de esa época que erizan la tez.
Están organizados por hora, por minutos, por segundos;
Los he mantenido y están muy bien conservados,
Adornados con besos que alguna vez les dí.
Sin más tardanzas, la contemplación emprendí.
Fueron muchos los momentos de felicidad,
Pero ya es hora de volver a la actualidad.
Aunque el tiempo no fue suficiente,
Consuelo encontré en tu alma benevolente.
Solo quiero que sepas que aunque estemos apartados
Me encantó pasear en el museo de tus recuerdos,
Donde mantengo cada uno de ellos intactos.
No me queda más que agradecerte por esos momentos.