Si alguien sabe que a veces la realidad parece triste y cruel, ese soy yo. Pero detente un momento, mírame, yo estoy aquí, yo sigo a tu lado.
Solo tienes que dar un paso y mis brazos abiertos te estarán esperando. Porque aunque no lo notes, yo sigo a tu lado.
Sé que en este momento estas pensando que el dolor no va a borrarse de tu piel, que no volverás a sonreír, que las lágrimas nunca abandonaran tus ojos, y que tu corazón hecho pedazos, no sanará jamás. Pero no es así, porque no estás sola como piensas, yo sigo a tu lado.
Ahora que te sientes sola, perdida y pequeña. Ahora que sientes que todos te han abandonado, escúchame, yo sigo a tu lado.
Ahora que sientes que la oscuridad ha descendido sobre ti, como el manto de una noche eterna, siénteme, yo sigo a tu lado.
Si el amor fue ficticio, y los amigos desleales, mírame, yo sigo a tu lado.
Sé que es un tiempo duro y difícil, que las penas te están ahogando, pero yo estoy aquí nena, yo sigo a tu lado.
Si has perdido tus sueños, te ofrezco los míos. Quizá no tan hermosos ni mágicos como los tuyos, quizá algo marchitos por el tiempo, pero dispuestos a florecer con tus sonrisas, porque yo sigo a tu lado.
Dame tu mano princesa, camina conmigo y no mires atrás. Déjame reconstruir tus alas rotas, y con mis besos, hacerte volar y volver a soñar.
Déjame construir un mundo nuevo solo para ti. Presidido por un castillo blanco como la nieve, rodeado de un boque encantado, donde habiten tus hadas y tus duendes, y todo ese universo mágico que habías soñado.
No seré un sustituto de lo que has perdido, y tal vez no sea el hombre que soñaste, pero si debo ser el más decidido. Quiero que juntos caminemos hacia el horizonte de la felicidad, que no está tan lejos, y tal vez algún día puedas regalarme un te quiero.
Olvídate de todo y de todos, amigos, amores y todo aquel que no te haya apreciado, aquí hay un hombre que está dispuesto a dar su vida por ti, solo levanta los ojos y mírame porque si los demás se han marchado, yo aún sigo aquí bambina, yo sigo estando a tu lado.