Todos los días traes
las flores que se desprendieron del cielo
amarradas con un lienzo de estrellas.
Así como todas las noches
te derramas por los muros de mi casa
con un color que me desgarra los ojos,
y los absorbe como un remolino que comunica a las cosas…
De oscuridad a herida,
de esquina
a esquina.
Visitadora de estaciones, sensual llama,
tu sola sabes el camino de mis ojos.
Así como vas con tu ejército primaveral
y tu grave y trémula piel de océano incansable
pronto inundarás mis campos
y volverás a nacer cada día,
y tu aliento afilado desgarrará
el manto de mi luna llena
y será tuya.
Te recuerdo que la luna
escucha a todos los que acuden
a ella con un sueño deshecho en su ventana.
Te recuerdo como en todos
hay una voz de primavera
cuando el sol inflama las cortinas.
Te recuerdo; todos llevan parte de luz y neblina.
Te recuerdo que al invocar tu nombre
debes traer contigo los nombres
de lo que amo,
te recuerdo que creces como las horas.
¡Te recuerdo que eres una puerta a la vida!
Poesía.
31/07/2011.-