Y meterme en tu cama para que no me hables
Y pedirte que me abraces para no tocarte
Y perderme entre tus sabanas para que me busques la vida
Y respirar de tu aliento para recordarme que hoy vivo sola
Y decirte que me hables para ya no escucharte
Y mirarte tantas veces como para recordarte nunca
Y hablarte tan despacio que tan solo suene el silencio
Y sentir tanto miedo que ya no tenga más que perder
Y volar por sobre nosotros como un alma libre
Y recordar que eres aquello que pongo en palabras
Que aunque no sé quén eres,
vienes llegando a recordarme quién soy
E imaginar los recuerdos de un eterno presente
Y decir Te Amo…
y morir en el intento.