Ella era cruz con espinas es su cuerpo
era agonia y mi sepulcro
mi risa fingida y la perfecta ladrona de sueños
y el abismo de mis miradas perdidas
La fatalidad de sus ojos
Y la cautivadora mirada
Empañaban mis lentes color marrón
Mientras moría sin permiso de nadie
Calla que no te conozco,
Calla que eres mi pabellón donde la obscuridad se esconde
Donde vuelo a mi realidad insensata y confusa
La que ayer te hizo llorar
Lo siento su nombre era locura
Y su apellido condena
Era la brisa amargada de aquella luna llena
Siendo tan noche no dejaba brillar las estrellas
Mar de tormentas mar de soledad
Tápame con tus olas por debajo del mar
Déjame ver de nuevo su bello caminar
Deja que caiga la noche y quizás mañana vuelva regresar
Y que en piedra mi corazón se convierta, tan fácil de desmoronar
Y deje su polvo tirado al filo de un huracán
Tristeza déjame pasar mis pies piden correr
Ya mis alas no quieren servir
Déjame pasar que mañana regresaras
Siendo la misma dela que jamás me podre librar.