Esencia que reposa
en la rama de un árbol
que colinda a tu ventana
y desde lejos contempla
el suspiro de tu alma.
Sentimiento que invade
la calma de tu alcoba
y sutilmente se roba
de tu cuerpo el aroma
para apaciguar
la caricia que te añora.
Fragancia que seduce
los pensamientos de tu almohada,
y recorre lentamente
la estela de tus sueños
para avivar y corromper
el deseo de tu piel.
Y en un instante
ella
se adueña
de tu cuerpo
y extasía tu alma
en el vaivén de un sueño.