Leandro Rodríguez Linárez

(Intitulado LXXXIV)

Un árbol, o cualquier linaje de madera. Una piedra, o cualquier mineral de tribuna quieta, permanente. Pudiera ser una sombra o rasgos de noche prófuga, una luz sideral o de la que como pájaro se encierra de cabeza en el techo y su jaula de cristal.

 

Pudiera ser una palabra, cien, una letra, miles de ellas enredando los pies del papel. Pudiera ser incluso el silencio y sus demonios de bata transparente, un poderoso estruendo como un trueno disfrazado de tenor.

 

Pudiera ser el rojo, el blanco o aquellos azules donde mi infancia transpiró, o por qué no, la carencia de colores y risas certificadas. Pudiera ser un árbol sí, profundamente quieto, su superficie lenta y pensativa como quien los abriles desnuda, pero no, es esta maldita lejanía que hace que hasta mi taza de café se convierta en poesía.
 
LRL
 
12-10-2011