Una dama con un bastón
quería hacer lo mismo que yo,
dijo:toma mi mano y ayúdame a cruzar
la avenida, eso me causo una alegría
que yo la tome de la mía
y cruzamos la avenida los dos,
me dio su bendición
y exclamo cuando usted este
como yo, otro lo hará por que
desde el cielo le enviaré
mi bendición, desde ese día
me dio por escribir unas notas
para la dama que pronto voy
a recibir su bendición y la
inspiración me le va a dar el
creador.