Mauro Enrique Lopez Z.

La Dama de mi inspiraciĆ³n

Una dama con un bastón

quería hacer lo mismo que yo,

dijo:toma mi mano y ayúdame a cruzar

la avenida, eso me causo una alegría

que yo la tome de la mía

y cruzamos la avenida los dos,

me dio su bendición

y exclamo cuando usted este

como yo, otro lo hará por que

desde el cielo le enviaré

mi bendición, desde ese día

me dio por escribir unas notas

para la dama que pronto voy

a recibir su bendición y la

inspiración me le va a dar el

creador.