Quédate cerca del vecindario mi engreída
Para que de tus ojos verdes yo no escape
y así te ame sin pronunciar palabra alguna
con este grande sentimiento enigmático.
Te anhelo como aquella alba del mañana,
tu sonrisa es que a mi corazón sustenta
a espaldas del recio viento tu vos percibirlo
hasta que tu en mi, te conviertas en aliento.
Mientras que germinan nuevos girasoles,
y sea tu amor como la brisa de la alborada.
Me envuelvo en tu dulce aroma en locura,
ahí al fondo del jardín de mis conmociones.
¿Cómo es que habías estado cerca de mi?
¡Y aun no puedo abrazarte en mi arrullo!,
¿Cómo es que habías estado cerca de mi?
¡Y recién me di cuenta de tú, aun existes!.
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