Lo que ves a traves de tu cristal
es solo una prueba, lo imposible de develar
si no podes volver atrás,
es que las arrugas no te devuelven sabiduría,
y los atardeceres insisten con mostrarte sangrías.
El reflejo que late desde aquel beso
es otra prueba que resucitará cuántas veces quiera,
se enredará como enamorada del muro
y se aferrará a tus cienes, enloqueciéndote.
...y cuando vuelvas en sí,
habrás dicho ya cuanto la sigues amando
aunque no esté aquí.
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