No sigas creyendo que el día espera
a quienes duermen arrullando su fusil.
Sólo sombras y pesadillas traen las ojivas.
Es una estrategia sin tiempo, sin luz y sin razón.
Sueño de eternidad para quien cae.
Incertidumbre y tedio para quien vigila.
Desde la garita sólo el olor a muerte asciende
y en ese espiral no hay bendición.
Sin el azul del sueño en la mirada
el horizonte y el camino carecen de sentido.
Ante la ausencia de colores el rocío hiere las flores
mientras el canto del gallo rompe la paz de la alborada.
Efraín Gutiérrez Zambrano