Tinta negra, que marca y plasma mis emociones, mis sueños, mis tristezas, mis recuerdos y mis metas, la que me llena de sabiduría y paz cada vez que escribo, la que ilumina y abre mi mente en confusiones y desacuerdos, la que guía a mi corazón a las respuestas y al sentimiento, la que todas las noches y algunos días me abre paso para el desahogo.
Tinta negra y de colores, las que siempre me acompañaran y nunca me juzgaran, las que siempre estarán en un preciso lugar para saberme aguantar y callar.
Tinta de colores, el mejor amigo que tengo hasta hora. Lo único que te falta para ser perfecto es ser real, de carne y huesos.