Yo, que soy tantas a la vez,
cruel soledad, no te conozco.
Como la pasión
de las tardes encendidas del verano,
soy roja
Triste, como el pájaro
de vuelo perdido.
Frágil, como el gemido
Del niño que nace
Madre de los poemas
Que puedo parir
Invasora de las cosas esotéricas
Panacea para el mudo grito del alma
Corpórea como los barcos
Amarrados en el puerto
Prehistórica porque nací
Con las estrellas
Furiosa como el quejido de la tierra
Callada, impaciente, olvidada…