Perdona mamá,
te he fallado;
me porte mal
y quiero expresarlo.
Me has aconsejado
con gestos bonitos,
me he descontrolado
y ante ti, lo admito.
Comiendo un caramelo
dulce y colorido
se me cayó al suelo
y lo he recogido.
El dulce exquisito
de modo indebido,
lo tomé del piso
y me lo he comido.
Alejandro J. Díaz Valero