"Recuerdo bien las habitaciones de mi casa, precisamente la de mi sala, que ya no es mía, claro, fue vendida aquella mitad del terreno. A lo que iba; recuerdo bien, y tan bien, que me veo sentado yo en mi sofá frente a una mesita de vidrio, solo y por ello mismo, jugando SOLITARIO, ese famoso juego de cartas que de paso lograbas ordenar las cartas de un modo hasta cierto punto entretenido."
Lo que escribí tiene su motivo, ya que en todos estos días me he sentido solo, y ya ni siquiera me dan ganas de jugar a las cartas como aquel entonces; aunque recordando más, también veía videoclips de canciones del momento, de su momento XD!, ya que estoy hablando del 2004 aproximadamente. Sí, tenía 14 años. Ahora 21, y es pertinente asegurar que muchos de ustedes al igual que yo con el paso del los años a éstos se los perciben más fugaces ¿cierto? Conmigo es igual, como a todos, es inevitable sentirse afligido cuando añoras momentos que no volverán.
Lo curioso es que recuerdo mi soledad, la buena soledad, aquélla que me gustaba y no me ahondaba en mi tristeza, aquélla que me hacía recordar segundo a segundo -aunque no es del todo cierto- que era libre e independiente. Vale, no es nada cierto, pero es hermoso sentirlo. =D
Ahora bien, yo ahora estoy con otro tipo de soledad, la triste soledad, ésa de la que debe fortalecerte y propone enseñarte lo duro que es la vida. Vamos, a quién quiero engañar, a veces uno ya no quiero aprender si así se da la experiencia y el aprendizaje.
Para finiquitar, debo agregar que todo lo escrito surgió sencillamente al escuchar "A GRITOS DE ESPERANZA" uno de los videoclips que veía en la TV jugando al solitario. ¿Todo lo que ocasiona el sólo hecho de escuchar una canción ¿no?
Actualmente se ha convertido en una de mis baladas preferidas, ah... tantos recuerdos.
Posdata: Ya me siento mucho mejor.