Cómo duele que no creas lo que dicen mis palabras
que se pierden al mirarte sentido, frío y distante
como si ya no te importara lo que pasa entre nosotros
y fuesen tan solo un tropiezo nuestros momentos amorosos.
¿Pues qué, solo basta con romperme el corazón
para justificar tanto odio y tanta desilusión?
¿Acaso es tan necesario hacerme asi llorar
para que pueda pagar mi error sin lamentar?
No sabes cuanto quisiera poder las cosas cambiar
y que todo fuese de nuevo amor y felicidad
pero eso ya no es nuevo, es pasado y nada más
ahora tengo por dentro un odio singular.
Te odio en este momento, te odio hasta rabiar
te odio cuando no te veo y cuando me haces llorar.
te odio por lo que haces y por lo que sueles dictar
pero me odio a mi misma por no dejarte de amar.
Porque odio ser tan frágil para odiarte a la par
que te amo con locura y con singular afán
en realidad no te odio, te lo puedo asegurar,
es mi amor sangrante y dólido que se suele asomar.