TÚ, solo, TÚ:
Tú, solo, tú, conoces, en la mirada lánguida, lo que nadie entendería, escuchando tras bastidores y mas, si el dolor sufrido del alma en soledad, es padecido por soledad en cuerpo ajeno, a causa de un imposible, que a pesar de todo, me niego a aceptar y es por eso, que pido perdón, por solo pensar en mí, pero si por los años de convivencia en tu vida, fuera, pienso que por derecho adquirido al menos abría algo de tiempo por espacio de razón por existencia, como para poder decir, lo siento, notando mi presencia sinceramente olvidada, frente a ti...,
Tú, solo, tú, conoces, mi forma de pensar, como la de llorar en tus brazos, cuando las cosas no marchaban bien y ahí, siempre estuviste presente, amada mía, mi gentil compañera, confidente, brindándome tu franco hombro, diciéndome suave y cariñosamente al oído, no te preocupes mi amor, ven, duerme tranquilo, que para mañana, cuando amanezca y despiertes, esas cosas indescifrables de hoy, te saldrán, mejor, porque nada, era inalcanzable en la vida, si estabas Tú, a mi lado, para con un beso, escuchando la paz de tu sonrisa, hacerme finalmente, dormir...,
Tú, solo, tú, conoces, mis secretos, que son las añoranzas, viéndote a ti, tranquilamente dormir, mujer de los eternos desvelos de mi silencio, cautivo, con dos lágrimas de tristezas recorriéndome lentamente el rostro, una por ti, presente dentro de mi corazón y otra por mí, ausente del inconmovible, tuyo, hincado de rodillas como ayer a un lado de la cama, mordiéndome los labios hasta casi verlos sangrar, cada vez, con más grande sollozos de la impotencia, por no querer gritar tu querido nombre a los cuatro vientos, pudiéndote, hacerte, despertar.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 15102011 04:00 PM.